Este septiembre, Zaragoza ha engalanado sus calles una vez más con la celebración la 18 edición del festival Asalto, un evento que congrega a los amantes del arte urbano en una explosión de creatividad y color y que cumple este año su mayoría de edad.
Durante varios días, las calles de la ciudad, y en especial el barrio de La Jota, se transformaron en un lienzo gigante donde artistas locales e internacionales dejaron fluir su imaginación.
Este festival no solo permite a los artistas expresar su visión única, sino que también proporciona a la comunidad una plataforma para explorar y discutir temas sociales y culturales a través del arte.
En su página web, es posible encontrar una retrospectiva fascinante de las obras y actividades que se han llevado a cabo en esta edición.
gEs emocionante observar cómo el arte urbano ha ganado un terreno significativo en la cultura contemporánea. Las herramientas y materiales utilizados por estos artistas han evolucionado, permitiendo manifestaciones más llamativas y duraderas.
En este sentido, hay que destacar la expansión del catálogo de Copiza con la incorporación de la marca Montana Colors, líder en pintura en spray.
Montana Colors, patrocinadora del Festival Asalto, es ampliamente reconocida por ofrecer productos de alta calidad, por lo que la incorporación de esta marca al catálogo de Copiza muestra una señal del crecimiento y evolución del arte urbano y además evidencia el compromiso de proveedores locales que apoyan y fomentar esta forma de expresión artística.
Zaragoza, a través del Festival Asalto, celebra la creatividad y la innovación artística, proporcionando un espacio donde el arte urbano puede interactuar con los espectadores y evolucionar juntos. Cada obra urbana a través del grafiti y el spray embellece las calles y enriquece la escena cultural y artística de la ciudad.
Los talleres que se llevan a cabo durante el Festival Asalto, buscan acercar a la comunidad a esta forma de arte, desmitificando preconceptos y mostrando el verdadero valor y la técnica que conlleva. Este tipo de actividades fortalecen los lazos entre los artistas y la comunidad, fomentando una apreciación más profunda y un entendimiento más claro del arte urbano y su impacto en la sociedad.
Más que un evento, es una declaración de cómo el arte puede ser un motor de cambio y reflexión social. Y con cada edición, Zaragoza se afianza como un epicentro de creatividad, celebrando la diversidad y el talento que florece en cada rincón de sus calles.
Esperamos que la celebración de este festival continúe durante muchos años y que, a través de la colaboración y el apoyo continuo, se construya un legado artístico que resuene en las calles y en los corazones de todos los que tienen el privilegio de ser parte de esta celebración cultural.